Cinco consejos para ser más productivo en tu día a día
Vivimos en un mundo muy competitivo, y ello se refleja en todos los ámbitos, incluyendo el mercado laboral.
A día de hoy, una de las capacidades que las empresas tienen más en cuenta es la productividad (cuánto puede hacer en el menor tiempo posible). Es un factor que se tiene en cuenta no solo en la contratación sino durante el desempeño de un puesto de trabajo, siendo también esta característica muy utilizada en la mayoría de los CV.
Es por esto que a continuación daremos cinco buenos consejos que aplicar en el día a día, para lograr ser más productivos.
1.- Aprender a priorizar
Más allá de tener claro que vamos a hacer a lo largo del día, de cara a mejorar nuestra productividad va a ser necesario que seamos capaces de priorizar qué debe hacerse en primer lugar: qué corre más prisa y qué es más importante, por ello es tan importante organizarse antes y no dejar lo más relevante para el final. Obviamente las tareas menos urgentes y poco importantes deberíamos dejarlas para después.
2.- Elimina distracciones
Hay que intentar bloquear o quitar de enmedio estímulos que puedan atraer tu atención cuando estás ocupado en otra cosa. Por ejemplo, utilizando cascos para anular el ruido ambiental si trabajas con un ordenador, quitando de la mesa las cosas que no necesites, etc. Y sobretodo, intenta no trabajar frente a un televisor y dejar tu móvil a un lado.
3.- Planifica y organiza tu día
Si lo que pretendemos es incrementar nuestra productividad, lo primero es organizarse.
Si bien en casi todos los empleos debemos ser capaces de adaptarnos a cambios y en algunos ámbitos los planes pueden cambiar por completo de un momento para otro, lo cierto es que es imprescindible tener una idea clara de a qué vamos a dedicar nuestro tiempo de trabajo y de qué manera planeamos hacerlo. Puede ser de utilidad hacer una lista o un checklist si así lo necesitamos. En este sentido es fundamental no agobiarse: es posible que no acabemos todas las tareas que teníamos planeadas.
También debemos tener en cuenta que siempre va a haber imprevistos, de modo que a la hora de planificar iría bien tener en cuenta la posibilidad de que algo vaya mal, dure más de lo planeado o surjan otras tareas intermedias a realizar. Resulta recomendable que a nuestro cálculo aproximado de cuánto deberíamos tardar en hacer algo le añadamos además la mitad o al menos un 20% extra del tiempo calculado.
4.- Divide las tareas
Cuando la tarea a acometer incluye una gran cantidad de elementos y sea de gran complejidad, resulta conveniente intentar separarla en diferentes pasos o subtareas más simples y cortas. De esta manera conseguimos organizarnos de manera que la tarea a realizar resulte mucho más manejable y disminuya el nivel de dificultad que supone.
5.- Haz breves pausas
Aunque pueda parecer contrario a la idea de aumentar la productividad, resulta recomendable hacer pequeñas pausas de unos pocos minutos de vez en cuando, de manera que nuestro nivel de energía pueda mantenerse durante más tiempo al irse restaurando de vez en cuando.
De todas formas, estas pausas deben ser cortas y no excesivamente frecuentes. Tampoco deberían realizarse cuando se esté plenamente concentrado en una tarea. Aproximadamente una pausa de cinco a diez minutos por cada hora sería lo más conveniente para aprovechar nuestra productividad al máximo.