Satisfacción personal en la farmacia
¿Te gustaría sentirte realizado y motivado en el día a día de la farmacia? ¿Qué haces para conseguirlo? ¿Cómo tratar de la mejor manera a nuestros clientes/pacientes en la farmacia sin que esto suponga un desgaste emocional propio? En este post queremos ofrecerte algunas claves que te permitirán sentirte bien contigo mismo y a la vez disfrutar de tu trabajo en el día a día; y a así al acabar la jornada laboral tu sensación de satisfacción personal y laboral aumente. ¿Empezamos?
CONSEJOS Y PAUTAS DE ACTUACIÓN
Márcate un objetivo claro que te ayude a aumentar tu felicidad y satisfacción personal. Proponte ayudar a todas las personas que entren en tu farmacia. Verás cómo tu satisfacción personal crece al recibir los agradecimientos por tu trato, consejos. “Gracias por tu consejo”, “Gracias por tu recomendación”, “Aquella crema que me diste, me fue genial…”.
Desaprender para aprender. Sal de tu zona de confort. Si lo que quieres es sentirse satisfecho, has de dejar de pensar sólo en la venta rápida, en dispensar, en cortar los precintos, en poner las cajas dentro de las bolsas… Esto sólo favorece que tu trabaja se vuelva monótono y aburrido. Así que sal de tu zona de confort. Aprende a ver más allá.
Ayuda a tus clientes/pacientes. A veces los clientes no saben identificar las necesidades reales, bien porque no las sepan, o porque las hayan olvidado. Acompáñales en esta búsqueda y ofrecerás un valor añadido a tu trabajo que permitirá aumentar la satisfacción del cliente y tú te sentirás más realizado.
Aprovecha cada momento. No sirven las excusas “es que no tengo tiempo”, “hay mucha cola”. Hay muchas oportunidades que si sabes escuchar y aprovechar te permitirán conectar con tu cliente/paciente.
EJEMPLOS PRÁCTICOS DE CÓMO Y CUÁNDO APLICARLO
A un paciente le recetan antibiótico. ¿Recomiendas que lo acompañe de un foto-protector informándole del porqué es necesario su uso?
Ante un problema dermatológico repetido, ¿preguntas a quién lo padece cómo cuida diariamente su piel? Quizás si descubres si el problema está causado por el producto que está utilizando podrás recomendar que cambie por otro más adecuado.
Cuando dispensas un hipoglucemiante a un paciente diagnosticado de una diabetes tipo II, ¿entablas conversación para conocer sus necesidades y hábitos alimenticios?
A veces no somos conscientes de cuánto podemos ayudar a las personas con tan sólo lo que tenemos a nuestro alcance: tiempo, atención y escucha. Cuánto más des, ofrezcas, más satisfacción recibirás.
Toma conciencia de cómo estás haciendo las cosas, todo aquello que ya estás haciendo sigue potenciándolo y lo que consideras que podrías cambiar, empieza a modificarlo; nunca es demasiado tarde para cambiar.
Para finalizar, recuerda que cada día es un nuevo día, una nueva oportunidad para mostrar la mejor versión de ti mismo/a. Te animamos a que la disfrutes.
Para cualquier consulta puedes escribirnos a seleccion@talentsalud.es o bien llamando al 679845775.